El maratón histórico muestra por qué el alcalde mantiene niveles de aprobación tan altos
PUENTE INFORMATIVO/Matamoros
El 73.1 por ciento de aprobación que Datometría otorgó en su más reciente encuesta al alcalde Beto Granados no es casualidad ni un golpe de suerte, “El Maratón de Matamoros 2025”, histórico, ordenado y multitudinario, es solo la muestra más reciente y contundente de un gobierno que funciona, entrega resultados y ha puesto a la ciudad en una ruta de transformación sostenida.

El evento deportivo no creó la aprobación, la confirmó la logística impecable, el saldo blanco, la ruta en óptimas condiciones y la coordinación absoluta entre las dependencias municipales fueron evidencia pública de algo que los matamorenses ya venían percibiendo desde meses atrás: un gobierno operativo, presente y con rumbo.
El respaldo del gobernador Américo Villarreal Anaya terminó por sellar un mensaje claro para todo Tamaulipas: Matamoros está compitiendo en serio.
Un maratón de esa magnitud no se improvisa, solo es posible cuando la ciudad está funcionando en lo esencial: pavimentación en marcha, drenaje atendido, alumbrado confiable, servicios municipales activos desde la madrugada y un operativo de seguridad bien articulado, el evento exhibió que esas piezas hoy están alineadas y trabajando.
Por eso el 73.1 por ciento no sorprende, es la lectura política de miles de ciudadanos que no solo corrieron o asistieron; presenciaron orden, eficacia y liderazgo, vieron a un Alcalde involucrado en cada etapa operativa, atento al desempeño de sus equipos y cercano a la gente, con un acompañamiento estatal que fortaleció la confianza pública.

Y como ocurre cuando un gobierno crece en aprobación, también aparecerán los detractores, no como síntoma de debilidad, sino como reacción natural ante un liderazgo que se consolida con resultados visibles y mediciones que lo colocan por encima del promedio nacional.
Noviembre dejó más que un maratón exitoso, dejó claro por qué Matamoros tiene rumbo, capacidad y un alcalde cuya alta aprobación se sostiene en hechos comprobables.
El 73.1 por ciento no es un número aislado; es la ratificación de un gobierno que está moviendo a una ciudad y, de paso, a la conversación pública estatal.