Ante serie de derrotas registradas en el conflicto con su vecino
PUENTE INFORMATIVO/Moscú, Rusia
Tras una serie de derrotas del ejército ruso en varios frentes en Ucrania, Moscú adoptó un cambio de estrategia para intentar invertir la tendencia: una serie de ataques contra las centrales eléctricas ucranianas, con el invierno a la vuelta de la esquina.
Desde octubre, las fuerzas rusas lanzaron una operación con salvas de misiles y cientos de drones iraníes por toda Ucrania, especialmente en la capital Kiev, logrando paralizar cerca de un 40 por ciento del sistema eléctrico del país.
Los analistas militares rusos aplauden también esta estrategia, afirmando que se debió aplicar desde el inicio de la invasión lanzada el 24 de febrero.
Según los servicios de emergencia ucranianos, más de cuatro mil ciudades, pueblos y localidades sufrieron cortes de electricidad esta semana.
La presidencia ucraniana calificó la situación como “crítica” y el jueves las autoridades impusieron restricciones al consumo eléctrico en todo el país.
Por el momento, los ucranianos están aguantando.
“Esto no va a cambiar nuestra actitud. Quizás vamos a odiarlos aún más (a los rusos)”, declaró Olga, una mujer que prefirió no desvelar su apellido.
“La situación en el frente es particularmente desfavorable para los rusos, por lo que recurren a una estrategia asimétrica” golpeando las infraestructuras energéticas, explicó a la AFP el experto ucraniano Mikola Bielieskov.
El inicio de estos bombardeos masivos coincidió con el nombramiento el 8 de octubre de un nuevo comandante para las fuerzas rusas en Ucrania, el general Serguéi Surovikin, un veterano de varias guerras con una reputación de militar despiadado.
Su misión es poner fin a la serie de reveses de sus tropas.
“Surovikin es famoso por este tipo de operaciones en Siria, por destruir ciudades”, destacó el analista Mykhailo Samus, director del centro de estudios New Geopolitics.
“Él intenta mostrar a (presidente ruso, Vladimir) Putin que está dispuesto a hacer lo mismo en Kiev, intentando quebrar la moral de los ucranianos, agotar las defensas aéreas, destruir las infraestructuras energéticas antes de invierno y crear problemas sociales para los ucranianos en las ciudades de varios millones de habitantes”, explicó a la AFP.